Hacer tu primer contrato de alquiler de vivienda puede parecer complicado, pero siguiendo unos pasos sencillos y claros, cualquier persona puede formalizar un acuerdo seguro y legal. El contrato es la herramienta clave para proteger tanto al propietario como al inquilino y evitar problemas en el futuro. En esta guía práctica para “Alquiler Sevilla” descubrirás cómo preparar tu propio contrato de alquiler paso a paso, adaptado a la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y con todos los detalles que necesitas para hacerlo bien desde el principio.
Primeros pasos: acuerdos básicos entre propietario e inquilino
Antes de poner nada por escrito, el primer paso es hablar y concretar los acuerdos fundamentales entre propietario e inquilino. Es importante negociar y dejar claros puntos como el precio del alquiler mensual, la duración del contrato, la fecha de entrada y los gastos incluidos o excluidos (agua, luz, comunidad, etc.). Si ambas partes tienen las expectativas bien definidas desde el principio, el contrato será mucho más fácil y transparente (arrenta.es, idealista.com).
En este momento, también se recomienda que el propietario confirme que tiene la documentación necesaria: título de propiedad, certificado energético y cédula de habitabilidad, además de suministros dados de alta (guinotprunera.com, idealista.com). Por parte del inquilino, lo habitual es aportar DNI, NIE o pasaporte, y a menudo se solicitan nóminas o referencia de solvencia económica (arrenta.es, idealista.com).
Finalmente, conviene dejar por escrito estos acuerdos básicos, aunque sea de forma provisional: así se evitan malentendidos y se facilita la redacción posterior del contrato. Recuerda que todo lo que se pacte verbalmente debe quedar reflejado en el contrato escrito.
Cómo elegir un modelo de contrato actualizado a la Ley de Arrendamientos Urbanos
El segundo paso esencial es elegir un modelo de contrato que esté actualizado y se adapte a la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) vigente (abogadosinquilinos.com, boe.es). Usar plantillas antiguas o modelos llenos de cláusulas desactualizadas puede generar problemas legales en el futuro. Por eso, busca un contrato que incluya todos los requisitos obligatorios: identificación de las partes, descripción exacta de la vivienda, duración y condiciones de la renta, fianza, reparto de gastos y condiciones de uso, entre otros (abogadosinquilinos.com, arrenta.es).
Puedes encontrar modelos gratuitos en portales inmobiliarios y webs oficiales, pero asegúrate siempre de que indican la referencia a la última versión de la LAU. Es importante que el contrato recoja la duración mínima exigida por ley, la obligación de fianza y la posibilidad de prórroga automática, entre otras condiciones (abogadosinquilinos.com, boe.es).
El modelo debe ser claro y fácil de rellenar, con espacio para incluir detalles específicos del acuerdo entre las partes. Evita contratos excesivamente genéricos o muy largos que dificulten la lectura y revisión.
Paso 3: Rellenar los datos del propietario, inquilino y la vivienda
Con el modelo elegido, toca rellenar de forma muy cuidadosa los datos personales del propietario y del inquilino: nombre completo, DNI/NIE, domicilio y teléfono de contacto (abogadosinquilinos.com, guinotprunera.com). Es fundamental que no haya errores, ya que estos datos identifican legalmente a las partes.
En el apartado de la vivienda, hay que indicar la dirección completa, el tipo de inmueble (piso, casa, apartamento), la superficie útil y cualquier anexo que forme parte del alquiler, como garaje, trastero o terraza (abogadosinquilinos.com). Si existe inventario de muebles o electrodomésticos, se puede adjuntar en un anexo al contrato.
Verifica que todos los datos coincidan con los documentos legales y la escritura de la vivienda. Un pequeño error puede complicar trámites posteriores, como el depósito de la fianza o el registro del contrato.
Paso 4: Completar cláusulas de duración, renta, fianza y gastos
El siguiente paso es completar las cláusulas clave del contrato: duración, renta, fianza y reparto de gastos. La duración mínima para vivienda habitual en España es de 5 años si el propietario es persona física (7 si es jurídica) (abogadosinquilinos.com, boe.es). Debe constar la fecha de inicio y el método para renovar o finalizar el contrato.
La renta debe quedar muy clara: importe mensual, forma de pago (transferencia, efectivo, etc.), día de vencimiento y posibles actualizaciones (por ejemplo, ligada al IPC) (abogadosinquilinos.com). La fianza legal equivale a una mensualidad y es obligatoria por ley; debe quedar registrada en el contrato y se entrega antes de la firma (abogadosinquilinos.com, idealista.com).
En cuanto a los gastos, especifica quién paga los suministros y el mantenimiento: agua, luz, gas, comunidad, IBI, reparaciones menores, etc. (abogadosinquilinos.com). Cuanto más detallado esté este punto, menos problemas habrá después.
Paso 5: Revisar cláusulas delicadas (penalizaciones, subarriendo, visitas)
Dedica un momento a revisar y negociar las cláusulas delicadas del contrato. Entre ellas, destacan las penalizaciones por incumplimiento, la prohibición de subarrendar la vivienda o habitaciones, las restricciones para realizar reformas y las condiciones para las visitas del propietario (arrenta.es).
La LAU establece limitaciones sobre el subarriendo y la cesión del contrato, pero el acuerdo puede especificar si se permite o prohíbe expresamente (arrenta.es). También es recomendable incluir una cláusula sobre visitas, para fijar un preaviso y evitar situaciones incómodas.
Las penalizaciones deben ser razonables y estar bien justificadas, como un recargo por impago o por abandonar la vivienda antes de tiempo. Si el contrato recoge estas cláusulas de forma clara y justa, protegerá mejor a ambas partes ante posibles conflictos.
Paso 6: Firmar el contrato, entregar la fianza y el primer pago
Una vez revisado el documento, llega el momento de firmar el contrato. Ambas partes deben firmar en todas las páginas y, si es posible, ante testigos o en presencia de un agente inmobiliario. No olvides entregar la fianza (generalmente una mensualidad) y el primer pago del alquiler en el momento de la firma (abogadosinquilinos.com, idealista.com).
Es aconsejable que la entrega de dinero se realice mediante transferencia bancaria o con recibo firmado para que quede constancia. Si el contrato incluye un inventario de muebles, ambos deben verificarlo y firmar también ese documento.
Con el contrato y los recibos firmados, ya puedes empezar a disfrutar de la vivienda con plenas garantías legales.
Paso 7: Depositar la fianza en el organismo autonómico correspondiente
La fianza que se entrega debe ser depositada por el propietario en el organismo autonómico correspondiente (por ejemplo, INCASÒL en Cataluña) (abogadosinquilinos.com). El trámite suele ser sencillo y puede hacerse online o de forma presencial. Es importante no olvidarlo, ya que es obligatorio por ley y requisito para acceder a ayudas públicas en algunos casos.
El propietario debe presentar el contrato firmado, el DNI/NIE de las partes y la prueba de destino de la vivienda (abogadosinquilinos.com). Una vez registrada, se recibe el justificante de depósito, que debe guardarse junto al contrato. En algunas comunidades, este trámite puede tener tasas.
Registrar la fianza añade una capa de seguridad legal y facilita la devolución al final del contrato.
Paso 8: Guardar copias del contrato y justificantes de pago
Por último, tanto propietario como inquilino deben guardar copias del contrato firmado y de todos los justificantes de pago: fianza, primer mes y sucesivos (abogadosinquilinos.com). Es recomendable tener los documentos digitalizados y copias en papel fácilmente accesibles.
Estos papeles son fundamentales en caso de cualquier reclamación, para trámites administrativos o para pedir ayudas públicas. Además, si hay cambios en el contrato (por ejemplo, actualización de renta), conviene añadir anexos firmados.
La organización documental es clave para evitar imprevistos y para demostrar el cumplimiento de las obligaciones de ambas partes.
Como ves, hacer tu primer contrato de alquiler es un proceso claro si sigues estos pasos y prestas atención a los detalles. Para ayudarte, aquí tienes un checklist rápido:
- Acuerda precio, duración y gastos principales.
- Elige un modelo de contrato actualizado a la LAU.
- Rellena correctamente los datos personales y de la vivienda.
- Completa las cláusulas fundamentales (duración, renta, fianza, gastos).
- Revisa las cláusulas delicadas (penalizaciones, subarriendo, visitas).
- Firma el contrato y entrega la fianza y el primer pago.
- Deposita la fianza en el organismo autonómico.
- Guarda copias del contrato y todos los justificantes de pago.
Siguiendo este esquema, tu contrato de alquiler será seguro, legal y claro para ambas partes.